jueves, 9 de junio de 2011

TRANCICION POLITICA

Para comenzar un debate acerca del papel de los Partidos Políticos en nuestros estados-nación me gustaría que se tome como punto de partida la definición esbozada por Norberto BOBBIO en su diccionario de Ciencia Política:
(p.p. es igual a partido político)

I. DEFINICION: Dar una definición de p.p. no es simple porque este fenómeno se ha presentado y se presenta con características notablemente diferentes tanto desde el punto de vista de las actividades concretas que ha desarrollado en lugares y tiempos distintos como en términos de estructuración organizativa que el mismo ha asumido y asume. Según la famosa definición de Weber el p. es “una asociación [...] dirigida a un fin deliberado, ya sea éste ‘objetivo’ como la realización de un programa que tiene finalidades materiales o ideales, o ‘personal’, es decir tendiente a obtener beneficios, poder y honor para los jefes y secuaces o si no tendiente a todos estos fines conjuntamente”. Sin embargo, no obstante el hecho de que desde la antigüedad han existido grupos de personas que siguiendo a un jefe luchaban con todos los medios para la obtención del poder político, es una opinión compartida por los estudiosos de política la de considerar como p. verdaderos las organizaciones que surgen cuando el sistema político ha alcanzado un cierto grado de autonomía estructural, de complejidad interna y división del trabajo que signifique, por un lado un proceso de formación de las decisiones políticas en la que participan varias partes del sistema, y por otro lado que entre estas partes estén comprendidos, teórica y efectivamente, los representantes de aquellos a los que se refieren las decisiones políticas. De lo cual deriva que en la noción de p. entran todas aquellas organizaciones de la sociedad civil que surgen en el momento en el que se reconoce, teórica o prácticamente, al pueblo el derecho de participar en la gestión de poder político y que con este fin se organizan y actúan.
La política de "Salud para Todos en el Siglo XXI", aprobada por la comunidad mundial en mayo de 1998, tiene el objetivo de aplicar la perspectiva de salud para todos, que es un concepto surgido en la Asamblea Mundial de la Salud celebrada en 1977 y que fue lanzado como movimiento global en la Conferencia de Alma-Ata en 1978. Dicho marco establece las prioridades globales para las dos primeras décadas del siglo XXI, así como diez objetivos que deben crear las condiciones necesarias para que las personas de todo el mundo alcancen y mantengan el máximo nivel posible de salud. Resulta importante tomar en consideración que el programa Salud para Todos no constituye un único objetivo definitivo. Se trata fundamentalmente de una carta de principios de justicia social, que proporciona una orientación científica sobre los mejores desarrollos sanitarios y que perfila un proceso que conducirá a la mejora progresiva de la salud de todas las personas.
Tal y como subrayaba la Declaración Mundial de la Salud (ver página 2), que fue aprobada por todos los Estados Miembros de la OMS en mayo de 1998, la consecución de la salud para todos depende del compromiso de considerar la salud como un derecho fundamental de la persona. Dicho compromiso supone el fomento de la aplicación de la ética y la ciencia a las políticas sanitarias, así como a la provisión de servicios y al desarrollo de la investigación. Asimismo implica la aplicación de estrategias y políticas orientados a la equidad y basados en la evidencia, que se centren en la solidaridad y que incorporen una perspectiva de género a dichos desarrollos. Tal y como estipula la Declaración Mundial de la Salud, la política global de salud para todos en el siglo XXI se deberá poner en práctica a través de estrategias y políticas regionales y nacionales y SALUD21 es la respuesta de la Región Europea a esta necesidad.


El término desigualdad social se refiere a una situación socioeconómica, no necesariamapropiación o usurpación privada de bienes, recursos y recompensas, implicando competencia y lucha".[1] La acción de dar un trato diferente a personas entre las que existen desigualdades sociales, se llama discriminación. Esta discriminación puede ser positiva
La desigualdad es el trato desigual que indica diferencia o discriminatorio de un individuo hacia otro debido a su posición social, económica, religiosas, sexo, raza, entre otros. Rousseau,[2] en su discurso, utilizando lo que él llama el estado natural del hombre, deriva la desigualdad del hombre del estado social. El hombre no nace con la desigualdad sino después de que se compara con sus semejantes y ve sus diferencias es cuando entonces se pierde la igualdad del ser humano. Rousseau dice que la desigualdad debe su fuerza y su aumento al desarrollo de nuestras facultades y a los progresos del espíritu humano y se hace al cabo legítima por la institución de la propiedad y de leyes. Las minorías sociales son las que más sufren trato desigual.
Las grandes entidades o grupos usan la discriminación para mantener control de los pequeños grupos. Esto se ve mayormente en el área de la política y la religión donde éstos aislan a los grupos minoritarios para así seguir controlando y acaparando ciertas áreas de la sociedad.
 o negativa, según vaya en beneficio o perjuicio de un determinado grupo.


el 1 de diciembre de 1976 José López Portillo tomó posesión como presidente de México y pronunció un impecable discurso que le ganó apoyos y confianza por su interés conciliatorio y el abandono de la retórica demagógica y grandilocuente que primó en todo el sexenio anterior. Su proyecto de gobierno se dividía en tres partes: dos años de recuperación, dos de consolidación y dos de crecimiento acelerado, y para lograrlo urgía a superar las discrepancias y avanzar: "Hagamos una tregua inteligente para recuperar nuestra serenidad y no perder el rumbo [...] podemos hacer de nuestra patria un infierno o un país donde la vida sea buena". Enseguida, pidió un emocionado perdón a los desposeídos y marginados por el fracaso del Estado en acertar a "sacarlos de su postración", lo que expresó cambiaría en su gobierno, bordando así un momento memorable dentro del devenir político contemporáneo.
Empero, los primeros tiempos se enrarecieron por los rumores sobre el activismo del ex presidente Echeverría (recogidos y amplificados por Reyes Heroles, quien sostenía una sabida rivalidad con el anterior titular del Ejecutivo), pues mediante su Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo y la presencia de estrechos colaboradores impuestos en el gabinete entrante y en el Poder Legislativo buscaba seguir influyendo en los ámbitos de decisión con una agenda propia, violando otra pauta básica del predominio presidencial de la época, misma que exigía de los mandatarios en retiro su desapego sin cortapisas de la política nacional, lo cual llevó a López Portillo a prescindir de ciertos personajes (los casos más evidentes fueron el de Porfirio Muñoz Ledo en la cartera de Educación y el del presidente del Congreso, Augusto Gómez Villanueva), a encarcelar a funcionarios de aquel periodo (como Eugenio Méndez Docurro y Félix Barra García, ex secretarios de Comunicaciones y Transportes y de la Reforma Agraria respectivamente, así como al ex director del Fideicomiso Bahía de Banderas, Alfredo Ríos Camarena, y al del Instituto Mexicano del Café, Fausto Cantú Peña), y a enviar fuera al mismo Echeverría como embajador en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1977 y en 1978 ante la apartada Australia, con concurrencia en Nueva Zelandia y las Islas Fiji, aniquilando así cualquier intromisión en su gobierno.[3]


De la Madrid señalando que el país no requería ayuda extranjera para enfrentar la tragedia, como su decisión de no permitir que el Ejército colaborara con la población en las labores de rescate durante las primeras horas posteriores al terremoto le valieron severas críticas a esta administración
En 1988 su gobierno protagonizó el mayor escándalo electoral del país. El 3 de julio, durante las elecciones presidenciales, el candidato de la izquierda Cuauhtémoc Cárdenas, aventajaba ampliamente a sus rivales Manuel Clouthier (PAN) y Carlos Salinas de Gortari (PRI). Por motivos que aún "se desconocen", el sistema electoral de cómputo se detuvo. La secretaría de Gobernación, que entonces organizaba la elección, señaló que: el sistema se había caído. Finalmente, el candidato priísta fue declarado ganador.
De la Madrid llegó al poder en una de las épocas más difíciles del país, mucho debido a su antecesor José López Portillo, quien nacionalizó la banca tres meses antes de salir del poder tras dos sexenios de gastos excesivos. Como resultado, la inflación subió a un promedio de 100% cada año, el empleo informal creció a 20% entre 1983 y 1985 y hubo caídas drásticas en producción, sobre todo en industrias gubernamentales, ya para ahí entonces anticuadas, crecimiento del PIB fue erróneo con altibajas y disminuyó el poder adquisitivo. Para resolver tales problemas, emprendió la Renovación Moral de la sociedad, elaboró un Plan Global de Desarrollo, estableció a nivel constitucional un sistema de planeación democrática y más importante, inició con la apertura económica, la desregulación y descentralización así como la privatización de empresas estatales, algo que seguiría bajo su sucesor; durante su administración, el número de paraestatales se redujo de 1155 en 1982 a 413 en 1988. Ante la severa crisis económica (donde se alcanzó el 3,100 por ciento de devaluación del peso), se establecieron los Pactos de Crecimiento Económico con los diversos sectores sociales, mediante los cuales el gobierno subsidiaba parte de los precios de los productos básicos y los productores/distribuidores se comprometían a no aumentarlos. En Enero de 1986, aprox. 3 años de negociaciones, México logra ser admitido al GATT, siendo el punto más fuerte de esta administración.


gobierno de Díaz Ordaz fomentó el desarrollo económico de México,siguió el modelo del "desarrollo estabilizador". En 1967, se firmó en la capital de la República, bajo su auspicio, el denominado Tratado de Tlatelolco, del que habría de surgir el Organismo para la Proscripción de Armas Nucleares de América Latina (OPANAL).
El presidente mexicano Gustavo Díaz Ordaz (izquierda) con el presidente estadounidense Richard Nixon durante un recorrido en automóvil en San Diego, California.
Durante su mandato, se enfrentó con dureza a los movimientos sociales, especialmente los estudiantiles, gestados dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, por lo que ordenó desarticular las huelgas estudiantiles que culminaron en la matanza de la Plaza de las Tres Culturas (Tlatelolco, ciudad de México), siendo el responsable intelectual junto con sus Secretarios de Gobernación (Luis Echeverría Álvarez) y de la Defensa Nacional (Marcelino García Barragán), del asesinato de varias centenas de estudiantes el 2 de octubre de 1968, poco antes del inicio de los Juegos Olímpicos que se celebraron en la Ciudad de México. El 1 de diciembre de 1970 le sucedió en la presidencia el que había sido su primer secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez. En abril de 1977 se le nombró embajador en España, al reanudarse las relaciones diplomáticas entre ambos países, tras 38 años de interrupción de las mismas, a raíz del franquismo. Pocos meses después, renunció a su cargo, debido a las críticas que recibió tanto en México como en España por los acontecimientos en Tlatelolco.

Asumió la presidencia el 1 de diciembre de 1994, rindiendo protesta ante el Congreso de la Unión presidido por la diputada Carlota Vargas Garza. La presidencia de Ernesto Zedillo estuvo marcada por una de las crisis financieras del siglo con repercusiones internacionales llamada Efecto Tequila. Zedillo y Salinas se culparon mutuamente de la crisis. Carlos Salinas, responsabilizó al llamado error de diciembre, en diciembre de 1994, que fue la táctica de libre flotación de la paridad peso-dólar, la cual había estado controlada en el sexenio de Salinas. La libre flotación causó una fuga masiva de divisas ante la situación política del país: además del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, asesinato de Colosio, problemas financieros, etc.
El precio del dólar incrementó cerca del 114% (de $3.40 a $8.70) entre diciembre de 1994 y marzo de 1995 - el punto más álgido de la crisis-. Inmediatamente, causando quiebras de miles de compañías, desempleo y que muchos deudores se vieran impedidos de pagar sus deudas. El gobierno de Zedillo ideó el Fondo Bancario de Protección al Ahorro,[1] para apoyar a la banca nacional contra los deudores.
Ernesto Zedillo resolvió el problema por medio de dos préstamos hechos por los Estados Unidos a México , por un total de $20 mil mdd. logrando que el resto del sexenio de Zedillo vio una recuperación del empleo y una sana administración de la economía mexicana al parecer por los cambios en el sistema económico que permitieron estabilidad económica relativa en el sexenio siguiente. En el terreno político inició y dio los primeros pasos a la democracia ejemplificando Por otra parte, la oposición logró ganar por primera vez las gubernaturas de varios estados y convertirse en mayoría en el Congreso. Asimismo favoreció unas elecciones competidas en el año 2000, que permitieron por primera vez en 70 años el arribo a la presidencia de un candidato no emanado del Partido Revolucionario Institucional.


En 1982 el pago anual por pago de intereses de la deuda externa era de 14 000 millones de dólares, entre 1983 y 1988 se destinó casi el 7% de PIB para su pago, el monto de lo destinado era casi el equivalente a lo destinado en salud y educación para todo el país, para inicio del sexenio de Salinas el monto de la deuda era del 45% del PIB. Lo cual hacia necesario una reducción de esta deuda para lograr un crecimiento económico. Después de casi 4 años de largas negociaciones con el FMI, políticos de Estados Unidos, mandatarios de países como Francia, Alemania, Canadá, Japón, Gran Bretaña, otros países y con bancos comerciales en 1992 se llegó a un acuerdo y se logró una reducción de más de 7000 millones de dólares, debido a este logro la deuda se disminuyó a 20 000 millones de dólares. Con esto se logró que la deuda total (externa e interna) pasara de 63% del PIB en 1988 a 22% en 1994 y los pagos de intereses pasaron de 17% del PIB a 9.8% en 1994.[8]

[editar] Liberalismo social

El sexenio de Carlos Salinas marcó un claro parteaguas respecto de las gestiones priístas previas, especialmente las de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo en la medida que rompió con el discurso y la ideología del nacionalismo revolucionario que todavía con Miguel de la Madrid trató de presentarse como el soporte ideológico del priísmo.
Salinas, en cambio, adelantó una serie de tesis que él mismo englobó bajo la categoría de "liberalismo social" que buscaba recuperar lo mejor de las tradiciones ideológicas del liberalismo juarista del siglo XIX y de la Revolución Mexicana del siglo XX. En este sentido, Salinas pronunció una serie de discursos durante 1991 y 1992 que sirvieron de soporte para impulsar algunas de sus más ambiciosas reformas. En un sentido, la que puso punto final a la reforma agraria, concebida ya desde tiempos de Echeverría más como un instrumento de control social que como uno de efectiva solución de problemas en el agro mexicano. Formó parte de esa ofensiva ideológica también la iniciativa para reformar las relaciones del Estado con las iglesias, especialmente la católica, aunque en este punto es donde es posible observar mayores tensiones entre la recuperación del juarismo propuesta por Salinas y las políticas desarrolladas por su gobierno.
Salinas se inspiró para articular su propio concepto de "liberalismo social" en los trabajos de Jesús Reyes Heroles, Otto Granados Roldán (director de Comunicación Social durante los primeros años de su gestión) y José Francisco Ruiz Massieu (quien jugó un papel clave en la reforma de la relaciones Iglesia-Estado).


Vicente Fox asumió la presidencia con uno de los índices de popularidad más altos en la historia reciente de México. Sin embargo, muy pronto su popularidad se fue minando, principalmente por desacuerdos en torno al cambio que significaba su presidencia, siendo criticado por la oposición por supuestos actos irresponsables de su parte.[cita requerida]
Aconsejado por su Secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz promovió una reforma fiscal que contemplaba gravar con el impuesto al valor agregado el consumo de alimentos, medicinas, colegiaturas de escuelas privadas, libros y revistas, (entre otros), pero la reforma fue rechazada. Esta reforma fue polémica, pues había especialistas a favor y en contra.
El 2 de julio de 2001, justo al cumplirse un año de su última victoria electoral y un aniversario más de su nacimiento, Vicente Fox contrajo segundas nupcias por la vía civil con su ex portavoz, la Sra. Marta Sahagún Jiménez, una antigua colaboradora en Guanajuato que acababa de recibir la nulidad de su primer matrimonio en el año 2000.

[editar] Conflicto por el proyecto del aeropuerto de Texcoco

Desde el inicio de su mandato Vicente Fox se había comprometido a mejorar la infraestructura de México con la construcción de un nuevo aeropuerto en la zona metropolitana de la Ciudad de México, los gobiernos de Hidalgo y del Estado de México solicitaron la obra. Después de varios estudios de factibilidad el 22 de octubre del 2001 se determinó que la obra sería realizada en terrenos del lago de Texcoco. Para lograr esta obra fue emitido un decreto presidencial que expropiaba 4 mil 550 hectáreas, pertenecientes a ejidatarios, por las que se pagarían 7 pesos por metro cuadrado. Campesinos afectados hicieron varias protestas, el 2 de noviembre de 2001, los ejidatarios de San Salvador Atenco iniciaron los trámites legales, impugnando ante los tribunales federales el decreto expropiatorio.
En diciembre de 2001 campesinos de San Salvador Atenco colocaron barricadas en los accesos principales a sus tierras para impedir la entrada de policías o maquinaria. Las protestas continuaron en diferentes zonas de la Ciudad de México durante varios meses y la molestia de los campesinos iba en aumento. [6]
Finalmente debido a la gran inconformidad de los campesinos el 1 de agosto de 2002 la Presidencia de la República decidió cancelar el proyecto en Texcoco del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. [7] [8]

[editar] Creación de la AFI

El primero de noviembre del 2001, por decreto es creada la AFI agencia la cual se encarga de combatir delitos federales como el secuestro, tráfico de drogas, la delincuencia organizada así como los delitos electorales, el decreto establecía dicha institución como parte operativa de la PGR.
Durante los primeros meses del 2005, se vio envuelto en un disturbio legal y político relacionado con el desafuero (pérdida de inmunidad política) del jefe de gobierno de la capital del país: Andrés Manuel López Obrador, quien acusó al presidente de confabularse en su contra. Días después, llegó a un acuerdo con Vicente Fox, mediante el cual la PGR no ejercería acción penal contra él. Esto provocó la renuncia del General Rafael Macedo de la Concha a la dirigencia de esa institución. Dicho acuerdo fue criticado por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Mariano Azuela.
Otro conflicto en que se vio envuelto fue el tráfico de influencias de los Bribiesca,[9] (hijos de Marta Sahagún) de acuerdo a declaraciones de la diputada del PRD Martha Lucía Mícher Camarena quien en octubre de 2005, aseguró que los Bribiesca se beneficiaron con $42 millones de pesos por comisiones y negocios con organismos del gobierno. [10]


Presidente de los Estados Unidos Mexicanos

Su primer acto como presidente[11] fue el nombramiento de los secretarios de Gobernación, Defensa, Seguridad Pública y Marina. El 1 de diciembre a la medianoche, habiéndolo anunciado pocas horas antes, se llevó a cabo una inusitada "ceremonia de transferencia de poderes".[12] ante las cámaras de televisión y en cadena nacional, asistiendo además el presidente saliente Vicente Fox, y los gabinetes entrante y saliente. Posteriormente a las 9:45 horas tras una tormentosa sesión en el Congreso y luego de ríspidas negociaciones entre las bancadas panistas y perredistas, Felipe Calderón y Vicente Fox entraron a la fuerza al Palacio Legislativo de San Lázaro[13] en medio de un ambiente crispado para así llevar a cabo la toma de protesta que establece la Constitución.
A las 09:50 horas del 1 de diciembre del 2006, tras fuertes medidas de seguridad y con Diputados del PAN sobre la Tribuna, y, en medio de protestas y pitidos de silbatos de parte de Diputados de la Bancada del PRD, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Felipe Calderón entrando a la fuerza[14] por puerta trasera del recinto[15] tomó protesta del cargo de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos en medio de una sonora pitada,[15] jurando cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan, en un texto pronunciado conforme lo marca la propia Carta Magna; donde tuvo que ponerse la banda presidencial en medio de un dispositivo militar y policial, y no en una ceremonia republicana, como dicta la constitución.[16]
Posterior a ello, luego de una ceremonia en el Auditorio Nacional, donde habría de pronunciar su primer discurso oficial, en el Campo Marte el Presidente pasó revista al Ejército, Marina y Fuerza Aérea, como Jefe Supremo de las fuerzas armadas.

Gobierno

En los pocos días de Gobierno de Felipe Calderón lanzó diversas propuestas y acciones de Gobierno, en temas de Seguridad, Empleo, Economía, Salud y de las Fuerzas Armadas.

Seguridad pública

Artículo principal: Operativo Conjunto Michoacán
En temas de seguridad se ha declarado una nueva campaña contra el narcotráfico, donde ha involucrado al Ejército Mexicano la lucha contra el narcotráfico, en operativos especiales en Michoacán, Tijuana, Nuevo León y Guerrero, donde los niveles de ejecuciones han aumentado[17] Además ha propuesto una serie de Reformas en materia Penal, como un nuevo Código Penal único para toda la República, la permisibilidad a la PGR de realizar espionaje telefónico y la posibilidad de redadas sin orden judicial; estas propuestas han sido ampliamente criticadas por varias personas, entre ellas Alfonso Navarrete Prida, ex Procurador del Estado de México,[18] mientras que los que la apoyan argumentan que evitará el escape de los delincuentes.
En materia militar, Felipe Calderón ha aparecido frecuentemente junto con el Ejército, en una de esas ocasiones con atuendos semimilitares.[19] Al inicio de su Gobierno ha hecho una propuesta por la cual se aumentó sustancialmente el salario de los militares mexicanos.[20]
Tras varios meses de lucha en la denominada Guerra contra el narcotráfico, ante el aumento de la violencia y las denuncias de la CNDH de violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército,[21] la Comisión Permanente del Congreso de la Unión le pidió al presidente Calderón evitar el uso de las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico,[22] ante lo que el presidente respondió que las fuerzas armadas seguirían en la lucha contra el narcotráfico.[23] [24]
Ha impulsado la modernización de los cuerpos policíacos del país, implementando lo que llamó "Programas y Estrategias Nacionales de Seguridad", como el proyecto "Plataforma México" que, entre otras cosas, contempla la existencia y puesta en marcha de un Sistema Único Criminal en todo el país. Otro de los programas de seguridad es "Limpiemos México", que está en tres fases: Zona en Recuperación, Escuela Segura y Centro de Atención Primaria de Adicciones y Salud Mental.
Las acciones en materia de seguridad pública conducidas por el Ejército han logrado resultados magros en la medida en que el número de ejecuciones del narcotráfico se ha incrementado en más de 10 por ciento en lo que va de la administración,[25] a la vez que la población civil ha sufrido ataques por parte del Ejército que han dado como resultado un saldo de varios inocentes muertos y heridos[26] .[27]
Uno de los ataques a civiles ha sido la muerte de Ernestina Ascensión Rosario, natural de Soledad Atzompa, Veracruz, quien fue asesinada y violada presuntamente por miembros del Ejército. Calderón dijo estar al pendiente del caso y declaró a los medios que no hubo una violación tumultuaria por militares, sino que la mujer falleció debido a una gastritis crónica mal atendida, declaraciones que hizo sin ofrecer prueba alguna.[28]
Otro caso ha sido el de una familia asesinada en un retén militar; cinco miembros de dos familias, dos mujeres y tres niños, murieron durante una balacera registrada en un retén cerca de la comunidad La Joya de los Martínez, en el Municipio de Sinaloa.
En los primeros días de su gobierno, Felipe Calderón cumple su promesa de mano dura e inicia una serie de acciones en contra del llamado crimen organizado y el narcotráfico, en la que se moviliza a un número considerable de elementos militares, a quienes sube el sueldo y pide lealtad, hacia los focos de acción de dichos grupos dentro del país.
Sin embargo, se limita en su lucha contra la Impunidad y la Corrupción,[29] Según Transparencia Internacional[30]

martes, 7 de junio de 2011

DEL MOVIMIENTO ARMADO A LA RECONSTRUCCIÓN



La Constitución de 1917 es una aportación de la tradición jurídica mexicana al constitucionalismo universal, dado que fue la primera constitución de la historia que incluye las mejores aportaciones al régimen legal derechos sociales, dos años antes que la Constitución de Weimar de 1919. Entre los cambios respecto de la Constitución de 1857, se encuentran la eliminación de la reelección del presidente de la República y el cargo de vicepresidente. Cuenta con 136 artículos y 19 artículos transitorios.México ha tenido diversas constituciones a lo largo de su historia. Desde que devino una nación libre e independiente, se ha dado, según el momento histórico y la circunstancia, varias constituciones hasta llegar a la que rige en la actualidad, que fue promulgada el 5 de febrero de 1917. Cada una de ellas ha tenido su razón política de ser y un impacto social determinado. He aquí un breve resumen de cada una de ellas y de su historia.[1] [2]

El caudillismo es un fenómeno social y político surgido durante el siglo XIX en Latinoamérica. Consiste en la llegada en cada país de líderes carismáticos cuya forma de acceder al poder y llegar al gobierno estaba basada en mecanismos informales y difusos de reconocimiento del liderazgo por parte de las multitudes, que depositaban en "el caudillo" la expresión de los intereses del conjunto y la capacidad para resolver los problemas comunes. El caudillismo fue clave para la dictadura y luchas entre partidos políticos del siglo XIX. El poder de los caudillos se basaba en el apoyo de fracciones importantes de las masas populares. Este apoyo popular se tornaba en su contra cuando las esperanzas puestas en el poder entregado al caudillo se veían frustradas, y se decidía seguir a otro caudillo que lograra convencer de su capacidad de mejorar el país o la provincia.
Este fenómeno se dio en
América Latina durante prolongados períodos de su historia republicana; en algunos casos desembocó en fuertes dictaduras, represiones a la oposición y estancamiento económico y político, pero en otros canalizó las primeras modalidades democráticas y federales en las repúblicas latinoamericanas, así como proyectos de desarrollo autónomo, frente a las expresiones políticas neocoloniales.

Por lo general, allí donde los trabajadores están sindicados se transgreden menos los derechos de los trabajadores, las condiciones de trabajo son mejores y también las perspectivas de desarrollo futuro son mejores. A través de la negociación colectiva y de la participación en las instituciones del diálogo social, los sindicatos luchan para proteger y promover los intereses y derechos de los trabajadores que representan y, en la medida que permiten acceder a un gran número de trabajadores, desempeñan un papel importante en la movilización de las fuerzas sociales, tanto en el país como a escala regional e internacional
La OIT mantiene una relación de colaboración estrecha con las organizaciones sindicales. En la Conferencia Internacional del Trabajo los intereses de los trabajadores los promueven los propios delegados de los trabajadores de todos los países miembros que participan en ella. El Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración, que cuenta con 14 miembros titulares y 19 miembros suplentes, es otra instancia en que se promueven sus intereses. Además, cuatro organizaciones sindicales internacionales participan de manera permanente, en calidad de órganos consultivos, en las actividades de la OIT. Dichas entidades son: la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), la Confederación Mundial del Trabajo (CMT), la Federación Sindical Mundial (FSM) y la Organización de la Unidad Sindical Africana (OASA).
En la OIT, la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV) es la unidad encargada específicamente de servir de enlace entre la OIT y los sindicatos, entre ellos, las principales confederaciones sindicales internacionales, las principales federaciones sindicales sectoriales y los sindicatos nacionales. La Oficina de Actividades para los Trabajadores se encarga específicamente de:

Cardenismo
Cardenismo es el nombre de la corriente ideológica inaugurada por Cárdenas; pero también se le llama así a la etapa en la que gobernó México de
1934 a 1940, aunque algunos detractores prefieren el término "Cardenato". La corriente política del Cardenismo, surge así:

  • El ejército apoya a cardenismo y es leal a él ya que le ha dado voz y voto y el poder presidencial que Lázaro Cárdenas llega a tener, no amenaza el poder militar, sino lo consolida, aunque a partir de Cárdenas el poder lo ostente la presidencia más que los generales.
  • Con los trabajadores impulsó el tema de los derechos mediante una gran confederación de trabajadores en donde todos estuvieron unidos al Estado y el Estado se comprometió a velar por los intereses de ellos.
  • El sector campesino y el indígena apoyan a Lázaro Cárdenas porque se les ofrece y entrega la reforma agraria.
  • A los empresarios les ofreció un proyecto económico viable.
  • A la iglesia la incluyó en su proyecto.
Cuando Lázaro Cárdenas fue designado candidato presidencial, ya era uno de los divisionarios más importantes del ejército. Había sido un fiel subordinado de Calles, no había atacado a Ortiz Rubio, ni compartido las opiniones conservadores de Calles sobre política agraria. Desde el primer momento empezaron a surgir tensiones dentro del nuevo gobierno. Estallaron debido, en gran medida, a la ola de huelgas que se desató tras la toma de posesión de Cárdenas y a la actitud benigna que ante las mismas adoptó el presidente.
Cárdenas actuó con rapidez ejerciendo el poder que le quedaba a la presidencia en tanto jefatura del ejército. Antes de que el callismo pudiera reaccionar, el Maximato había tocado a su fin y se iniciaba la era cardenista.
La desaparición de Calles y su grupo del escenario político logró que las aguas de la política volvieran a su cauce normal. Terminaba su tarea de eliminar a los callistas irredentos del PNR, el Congreso y las gubernaturas de los estados,
Emilio Portes Gil mismo, dejó la presidencia del PNR. Cárdenas lo sustituyó con un hombre de su total confianza, Silvano Barba González.
Por temor a la política obrera de Cárdenas, surgiría una corriente anticardenista dentro del ejército, la institución armada permanecería hasta el final obediente a las órdenes del presidente, y el secretario de Guerra, Manuel Ávila Camacho, sería el sucesor de Cárdenas.
Cuando decidió deshacerse de Calles no le quedó otro camino que fortalecer a la presidencia allegándose la fuerza de los sectores populares. La reforma no tocó sólo la periferia, sino el corazón mismo de la agricultura comercial.
Después del cardenismo, la agricultura mexicana no volvería a ser la misma, la gran propiedad heredada de la Colonia y afianzada en el siglo XIX, fue trastocada en su médula por virtud de la
reforma agraria que se impulsó desde la presidencia de la República.
Cárdenas aceleró el proceso de unificación del movimiento obrero hasta llegar a la creación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). La CTM, organizada a principios de 1936, junto con la CNC, se convirtió en un pilar del cardenismo, aunque la base no llegó a mostrar la incondicionalidad del movimiento campesino, los organismos obreros sostuvieron la candidatura de quien Cárdenas había designado como sucesor, el general Ávila Camacho.
En torno al desarrollo económico del país, Cárdenas llegó a considerar que estaba en la posibilidad de optar entre dos alternativas para ese desarrollo, imitar la estrategia del modelo capitalista seguido por las sociedades industrializadas o intentar un camino diferente que combinara el crecimiento de la producción con el desarrollo de una comunidad más integrada y más equitativa. La utopía propiamente cardenista, consistiría en tratar de ir más allá del keynesianismo o del fascismo, sin desembocar en el modelo soviético.[cita requerida]
El deterioro repentino de la economía en 1938 fue resultado directo de la crisis petrolera. La expropiación petrolera de ese año no sólo afectó a los exportaciones de combustibles sino que, arrastró tras de sí también las ventas de minerales y detuvo las inversiones del sector privado de la economía


La Guerra Cristera (también conocida como Guerra de los Cristeros o Cristiada) en
México consistió en un conflicto armado que se prolongó desde 1926 a 1929, entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y milicias de laicos, presbíteros y religiosos católicos que resintieron la aplicación de legislación y políticas públicas orientadas a restringir la autonomía de la Iglesia católica.
La original
Constitución mexicana de 1917 establecía una política que lejos de separar al Estado de la Iglesia, negaba la personalidad jurídica a las iglesias, subordinaba a éstas a fuertes controles por parte del Estado, prohibía la participación del clero en política, privaba a las iglesias de su derecho a poseer bienes raíces, desconocía derechos básicos de los así llamados "ministros del culto" e impedía el culto público fuera de los templos. Algunas estimaciones ubican el número de personas muertas en un máximo de 250 mil, entre civiles, efectivos de las fuerzas cristeras y del Ejército Mexicano.
La radicalización hizo que en zonas de los estados de
Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Aguascalientes, Nayarit, Colima, Michoacán y parte de Zacatecas, en la Ciudad de México, y en la península de Yucatán creciera un movimiento social que reivindicaba los derechos de libertad de culto en México. La dirigencia del movimiento, cercana pero autónoma respecto de los obispos mexicanos, creyó viable una salida militar al conflicto. En enero de 1927, empezó el acopio de armas; las primeras guerrillas estuvieron compuestas por campesinos. El apoyo a los grupos armados fue creciendo, cada vez se unían más personas a las proclamas de ¡Viva Cristo Rey! y ¡Viva Santa María de Guadalupe! lanzadas por quienes fueron conocidos como los cristeros.
El origen del sustantivo cristero es disputado. Hay quienes consideran que fueron ellos mismos quienes utilizaron el nombre primero para identificarse, pero hay investigadores del fenómeno, como Jean Meyer, quienes consideran que, en sus orígenes, era una expresión despectiva, usada por agentes del gobierno federal, derivada de cristiano.

El Milagro Mexicano es un periodo de la historia contemporánea de
México, transcurrido entre 1940 y 1970 que se caracteriza por la aplicación de una serie de reformas económicas y sociales por parte del Estado, para desarrollar el mercado interno y la industria principalmente. En este periodo se crean las instituciones políticas y sociales más importantes del país. Su máxima expresión fue en el Desarrollo estabilizador, época en que Antonio Ortiz Mena estuvo a cargo de la Secretaría de Hacienda. Durante esta época se dio el famoso 12.50 el Dólar, lo que demostró la estabilidad de México, que duró más de veinte años. Este periodo inició en la Segunda Guerra Mundial, en la que México enviaba materias primas a los Aliados, y a cambio recibía maquinaria y tecnología. Otro antecedente fueron las políticas y estabilidad del gobierno de Lázaro Cárdenas. El milagro mexicano acabó con el inicio del gobierno de Luis Echeverría.


El muralismo es un movimiento artístico mexicano de principios del siglo XX que se distingue por tener un fin educativo, el cual se consideró esencial para poder lograr unificar a México después de la revolución. Gran parte de estos artistas, debido al contexto que se vivía en la post-revolución, tuvieron una gran influencia de las ideas marxistas por eso, a través de los murales se proyectó, la situación social y política del México post-revolucionario.
Ello fue pensado con fines educativos y era empleado en lugares públicos a los que todo tipo de gente sin importar raza y clase social pudiera acceder. Algunos de los temas eran la conquista, la Revolución Mexicana, la industrialización, los personajes principales de la cultura popular, las tradiciones populares hello, los caudillos mexicanos, la sociedad civil, los militares, el socialismo, el capitalismo, etc. Estos temas cambian de acuerdo al contexto en que vivían los muralistas. Por ejemplo, se puede decir que los muralistas vivieron tres etapas primordiales: los 20's, los 30's, y la etapa desde los 40's hasta 1955. En cada etapa, tanto los temas como las técnicas van a variar y en este modo el muralismo trataría de encontrar una definición más clara como movimiento. Los muralistas mexicanos trabajaron sobre una superficie de hormigón (concreto) o sobre la fachada de un edificio, pero también, les importó muchísimo la textura y los ángulos en los cuales pondrían a sus murales. En lo que sí eran consistentes, era en los temas que relataban o retrataban: la actualidad social y política del país, los cuales no se desconectaban del viejo legado colonial. Los murales de Diego Rivera hablaban en especial de la revolución, aunque en un principio su meta fue representar a los miembros mayoritarios de México, constituido principalmente de campesinos, indígenas y mestizos.
- Hay
murales en la mayoría de los edificios públicos de la Ciudad de México y de otras ciudades, siendo una de éstas Guanajuato, localizada en un Estado muy importante para el país por ser cuna del movimiento de Independencia.

lunes, 6 de junio de 2011

ANTESALA DE LA REVOLUCION

Porfiriato o Porfirismo[1] es el período de 34 años en el que el ejercicio del poder en México estuvo bajo control de Porfirio Díaz. Este período comprende de 1876 (al término del gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada) a mayo de 1911, cuando Díaz renunció a la presidencia por la Revolución encabezada por Francisco I. Madero, Francisco Villa, Emiliano Zapata y los hermanos Flores Magón. Durante el gobierno del general Porfirio Díaz se dio un giro en la actividad política nacional, puesto que alrededor de cuatrocientos años —Mesoamérica, el Virreinato de Nueva España y las primeras décadas del México Independiente— los gobernantes llevaron la administración pública con un claro sentido militar, y sus acciones estuvieron enfocadas a fortalecer al ejército en turno. Sin embargo, a raíz del comienzo de la segunda presidencia de Díaz, en 1884, se dio un vuelco que permitió a la política mexicana centrarse desde un ángulo más civil. El Porfiriato fue un periodo que provocó grandes desigualdades entre la población mexicana, y generó estabilidad económica y política al costo de la concentración de la riqueza en un pequeño grupo y la supresión de numerosas libertades civiles de la época.
Presintiendo que el presidente Lerdo de Tejada intentaría reelegirse, Porfirio Díaz volvió a levantarse en armas. Formado en la guerra de Reforma y durante la intervención francesa, Díaz gozaba de gran prestigio entre los militares y de renombre en los círculos políticos del país. Con el triunfo del Plan de Tuxtepec, el cual lo llevó a la Presidencia de México para gobernar el periodo que comprende de 1876 a 1911 con un breve intermedio durante el gobierno de Manuel González.
En los 31 años del Porfiriato se construyeron en México más de 19 000 kilómetros de vías férreas con la inversión extranjera; el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjero y se impulsó la industria nacional.
A partir de 1893 se sanearon las finanzas, se mejoró el crédito nacional y se alcanzó gran confianza en el exterior, y se organizó el sistema bancario, que se invalidó durante la década de 1940, en el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río.
En este periodo se continuó el esfuerzo iniciado con Manuel González por superar la educación en todos sus niveles; hombres de la talla de Joaquín Baranda, Ezequiel Chávez, Enrique C. Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra Méndez le dieron lustre a este proceso que incluyó desde los jardines de niños hasta la educación superior, pasando por la formación de maestros.
Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontraba listo para la democracia, realmente nunca quiso dejar el poder y en 1910, a la edad de 80 años, presentó su candidatura para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el público obrero. Ante estos hechos, Francisco I. Madero convocó a la rebelión, la cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y terminó con la entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dictador.
Chihuahua fue el principal escenario de las derrotas porfiristas ya que Pancho Villa y Pascual Orozco conquistaron Ciudad Guerrero, Mal Paso, venció en la batalla de Casas Grandes, Chihuahua y la toma de Ciudad Juárez, por el Sur, Emiliano Zapata al frente de sus tropas campesinas, amagaban la capital y derrotaron en Cuautla el 5to. Regimiento de Oro (el mejor batallón del ejército federal) aunque irrelevantes en el plano militar, fueron las batallas que facilitaron el camino de los revolucionarios hacia la victoria contra la dictadura. Habiendo tenido esos fracasos en el terreno militar y otros en el plano de las negociaciones, Díaz prefirió renunciar a la presidencia y abandonó el país en mayo de 1911.

Los hermanos Flores Magón nacieron en Oaxaca, México durante la década de 1870. Fueron tres políticos y periodistas opositores a la dictadura de Porfirio Díaz que son considerados precursores de la Revolución mexicana de 1910.
José de la Cruz Porfirio Díaz Mori[1] — (Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 15 de septiembre de 1830 - París, Francia, 2 de julio de 1915)— fue un militar y político mexicano, que ocupó el cargo de Presidente de México, en dos ocasiones; la primera del 5 de mayo de 1877 al 30 de noviembre de 1880, siendo sucedido por su compadre Manuel González. Asumió por segunda ocasión el cargo del 1 de diciembre de 1884 al 25 de mayo de 1911, fecha en que firmó su renuncia.
En 1846 ingresó al seminario, que abandonó en 1850, cuando ingresó al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, considerado herético. Tras egresar, se unió a Juan Álvarez, quien dirigía la Revolución de Ayutla, contra Antonio López de Santa Anna. A la caída de Santa Anna, Benito Juárez, fue nombrado gobernador de Oaxaca, mientras que a Díaz se le confirió el mando político en Ixtlán, Oaxaca. En 1859, estalló la Guerra de Reforma, provocada por la promulgación de la Constitución de 1857. Díaz participó como militante en las fuerzas liberales al mando de Jesús González Ortega. Luego del triunfo liberal, Porfirio Díaz se convirtió en diputado por su estado natal, y en abril de 1861 le fue concedido el cargo de general de división.
Participó en la Segunda Intervención Francesa en México, donde luchó bajo las órdenes de Ignacio Zaragoza en la Batalla de Puebla, librada el 5 de mayo de 1862. Un año más tarde, peleó en el Sitio de Puebla, ciudad que tomaron los franceses el 18 de mayo de 1863, e hicieron preso a Díaz, quien estuvo a punto de ser extraditado a Francia, pero logró escapar y encontrarse con Juárez en la Ciudad de México, quien le encomendó formar un ejército de resistencia en Oaxaca. En marzo de 1865, el mariscal Aquiles Bazaine tomó Oaxaca y Díaz de nuevo fue hecho prisionero y llevado a Puebla, de donde escapó en agosto. Tras escapar, reinició sus actividades en Oaxaca, derrotó a los franceses en la Batalla de Miahuatlán y en la Batalla de la Carbonera. El 2 de abril de 1867, Díaz tomó Puebla, y el 15 de junio, recuperó para las tropas republicanas la Ciudad de México. En 1871, Díaz se levantó en armas contra Juárez, y expidió el Plan de la Noria. A mediados de 1872, estuvo a punto de entrar a la Ciudad de México pero fue derrotado por Sóstenes Rocha. El 18 de julio de ese mismo año Juárez murió de angina de pecho, y el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Sebastián Lerdo de Tejada, se convirtió en presidente y le concedió amnistía. Díaz, despojado del mando militar, se retiró a Tlacotalpan, donde vivió hasta 1876, cuando se levantó en armas contra la reelección de Lerdo, proclamando el Plan de Tuxtepec. Tras su triunfo, Díaz se convirtió en presidente provisional y sacó del país a Lerdo, Mariano Escobedo y José María Iglesias. En 1880 fue sucedido por Manuel González. Cuando regresó al poder en 1884, comenzó la era conocida como Porfiriato, que se prolongó hasta 1911.

La Huelga de Cananea fue una huelga laboral en el mineral de cobre en Cananea, Sonora, México, contra la empresa "Cananea Consolidated Copper Company" (CCCC), propiedad de un coronel estadounidense llamado William C. Greene, el 1 de junio de 1906. Este acontecimiento se considera precursor de la Revolución mexicana de 1910 y a Cananea se le llama "Cuna de la Revolución". También es la huelga más grande registrada en el mineral. Organizada por el obrero Hector E. Gutierrez.

La Huelga de Río Blanco fue una rebelión obrera[1] en la fábrica de tejidos de Río Blanco, en Veracruz, México, el 7 de enero de 1907, que se extendió a las fábricas aledañas de Nogales y Santa Rosa. La rebelión de Río Blanco es considerada un suceso precursor de la Revolución mexicana de 1910.

El Plan de San Luis Potosí fue un documento político proclamado desde San Antonio, Texas, por el líder del movimiento revolucionario mexicano y candidato presidencial del Partido Nacional Antirreeleccionista, Francisco I. Madero. Este manifiesto convocaba a levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910, para llevar a cabo el derrocamiento del porfiriato, el establecimiento de elecciones libres y democráticas,[1] así como también se comprometía a restituir a los campesinos las tierras que les habían sido arrebatadas por los hacendados.[2]
Muy pronto llegaron a la Ciudad de México las copias del Plan de San Luis, la prensa capitalina informaba del desarrollo de un complot,[3] el 18 de noviembre de 1910 fue descubierta una conspiración contra Díaz en la ciudad de Puebla. Esa conjura estaba dirigida por Aquiles Serdán, quien junto con su familia fue asesinado por la policía.[4]
Sin embargo, como respuesta a la proclamación de Madero comenzaron a surgir levantamientos armados a lo largo de México en noviembre de 1910, que finalmente culminaron con la renuncia de Porfirio Díaz, el triunfo de Madero en las elecciones presidenciales de 1911, así como la Revolución mexicana, que duraría alrededor de una década y cobraría la vida de cientos de miles de mexicanos.[2

Plan de Ayala 

El Plan de Ayala fue una proclama política, promulgada por el jefe revolucionario mexicano Emiliano Zapata, dentro de la Revolución mexicana el 28 de noviembre de 1911, en el que desconoció el gobierno del presidente Francisco I. Madero, a quien acusó de traicionar las causas campesinas. Aunque en el Plan de San Luis Potosí sólo se consideró la revisión de los juicios sobre la tenencia de la tierra durante el porfiriato.
En dicho plan, los zapatistas llamaban a las armas para restituir la propiedad de las tierras a los campesinos, pues se sostenía que las tierras habían sido arrebatadas al pueblo por caciques, hacendados y terratenientes, y deberían ser devueltas a sus dueños originarios. Por ello el Plan sostiene que los campesinos deben presentar sus títulos de propiedad, los cuales en su mayoría eran de tipo comunal y se originaban en el virreinato, estos títulos habían sido declarados sin valor bajo las condiciones de la Ley Lerdo, que formaba parte de las Leyes de Reforma, por lo que había sido fácil legalmente hablando el despojo de tierras que los comuneros no trabajaban.
El revolucionario del norte, Pascual Orozco, también se adhirió al plan de Ayala en febrero de 1912, Madero encargó a Victoriano Huerta enfrentar a las tropas de Orozco, quien fue derrotado, aunque en realidad, Orozco nunca tomó en cuenta el plan zapatista en su programa político, ya que sus objetivos eran contrarios a los de Zapata.
Cuando Victoriano Huerta asumió el poder ejecutivo gracias a un golpe de estado y asesinando a Madero en 1913, Orozco se unió al usurpador y Zapata, indignado por la conducta de Orozco, hizo reformas al plan de Ayala, en las cuales ahora desconocía a Huerta como presidente y declaraba a Orozco traidor a la Revolución (de hecho, Zapata fusiló al padre de Orozco, al mismo tiempo que rechazó la propuesta que le hacía Orozco cuando trataron de convencer al caudillo del sur de que se uniera a Huerta), tomando el mando de las tropas adheridas a dicho plan Emiliano Zapata, quien declaró que no descansaría hasta que ambos traidores fueran derrotados y que los ideales del plan de Ayala se hicieran realidad.

Ejército Constitucionalista

El ejército constitucionalista fue uno de los múltiples ejércitos mexicanos que surgieron durante la Revolución mexicana en 1910. Este ejército fue liderado por Venustiano Carranza, y formado con la intención de mantener el orden constitucional del país y de derrocar al gobierno federal del entonces presidente Victoriano Huerta. El Plan de Guadalupe fue un elemento clave para el surgimiento formal del ejército, pues en este plan se organizaban y unificaban los movimientos insurgentes. La lucha de este ejército permitió la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, que aún rige.