lunes, 6 de junio de 2011

INDEPENDENCIA DE MEXICO

            
La Guerra de Reforma de México o también conocida como la Guerra de los Tres Años, transcurrió desde el 17 de diciembre de 1857 hasta el 1 de enero de 1861, que culmina con la entrada de Juárez a la capital del país. Fue el conflicto armado que enfrentó a los dos bandos en que se encontraba dividida la sociedad mexicana: liberales y conservadores.
Se inicio cuando el general conservador Félix Zuloaga, dio a conocer el Plan de Tacubaya, el cual demandaba la derogación de la Constitución de 1857, la permanencia de Ignacio Comonfort en la presidencia y la convocatoria de un Congreso extraordinario, el cual se encargaría de elaborar otra carta constitucional que, según los conservadores, "garantizara los verdaderos intereses del pueblo". Dos días después de su publicación, Comonfort (Presidente electo en ese momento) se adhirió al Plan de Tacubaya. Benito Juárez (Presidente de la Suprema Corte de Justicia en ese momento) defendió enérgicamente la Constitución y se negó a colaborar con los conservadores. Por esta razón, Comonfort ordenó que lo detuvieran y lo mantuvieran en prisión. Con el transcurso de los años, la guerra se hizo más sangrienta y polarizó a la gente en la nación. Muchos de los moderados se unieron a los liberales, convencidos de que era necesario acotar el gran poder económico y político de la Iglesia Católica. Por un tiempo los liberales y conservadores tuvieron gobiernos paralelos, con la sede del gobierno conservador en la Ciudad de México y los liberales en Veracruz. La guerra terminó con la victoria de los liberales y el presidente Benito Juárez instaló su administración en la Ciudad de México. Una vez que el Congreso Constituyente había cumplido con su tarea de elaborar una nueva constitución, se hizo la convocatoria para realizar elecciones tanto de los poderes federales como los de los estados; tocó entonces a las legislaturas estatales el arreglo de las constituciones particulares de cada estado, de acuerdo con la constitución general. Se reunió así el primer Congreso Constitucional que trabajaría ya bajo los principios de la carta magna del 1857.

El territorio del México independiente y que se le denomino Imperio Mexicano, estaba conformado por casi cinco millones de kilómetros cuadrados, cuyos límites al norte se encontraban con los Estados Unidos en el territorio denominado Louisiana y más al norte hasta Oregón (posesión rusa) y llegaban hasta istmo de Panamá, haciendo frontera con la Gran Colombia y se establece de la siguiente forma:
“La provincia de Nuevo México, cuya longitud de Este a Oste es de trescientas cincuenta leguas y su latitud es de trescientas cuarenta de Sur a Norte. Por ese rumbo confina con la Louisiana y otros países que aún no se ha fijado su nombre, por el Sur con las provincias de la Nueva Vizcaya, Sinaloa   y Nuevo reino de León, y por el Oeste con la Sonora. Si ella está a los 28 a 45° de latitud y a los 26 a 76° de longitud como lo refiere en su memoria don Pedro Bautista Pino, impresa en Cádiz en 1812…”[1]
 Comienza al occidente del Missisipi, en el seno Mexicano, en la embocadura del Río Sabina, en el mar; sigue al Norte por la orilla occidental de este río hasta los 32° de latitud; desde allí, por una línea recta al Norte hasta el grado de latitud en que entra el río Rojo en Natchitoches y continúa por el rumbo de este río al Oeste hacia el grado 100 de longitud occidental de Londres y 23° de Washington, en que corta el mismo río, y por una línea recta al Norte del mismo grado hasta el río Arkansas, cuya orilla meridional sigue hasta su nacimiento en el grado 42 de latitud septentrional, y desde dicho punto sigue una línea recta mental por el propio paralelo de latitud hacia el mar del Sur, a la desembocadura del río Colombia en el Océano Boreal; todo ello según el mapa de los Estados Unidos, de Nelish, publicado en Filadelfia y perfeccionado en 1818.

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